Molestias gastrointestinales en los maratonistas

Por: Dr. Mario León 13 septiembre, 2017

Quejas Gastrointestinales (GI) inducidas por cargas son famosas desde hace largo tiempo sobre todo en corredores de fondo; a pesar de su alta incidencia y de su dimensión el significado en la práctica médica pertenece al tracto gastrointestinal en la zona del cuadro de la medicina deportiva.

Directamente los corredores sufren a menudo de síntomas como náuseas y vómitos, de síntomas de reflujo o el llamado diarrea del corredor con micro hasta macro-hemorragias parciales; gran parte de los atletas describían o lo atribuían a perjuicios del entrenamiento y por consiguiente como una limitante del rendimiento.

Los factores de influencia en su origen son muy complejos alcanzando la edad y el sexo, sobre la calidad y cantidad de los alimentos, la toma de líquidos y abarcando incluso hasta la intensidad del entrenamiento, los mecanismos fisiopatológicos; están detrás de éstas quejas o molestias. Hasta ahora no está completamente aclarado, incluso se les atribuye a factores como los cambios neurohormonales a alteraciones de la movilidad estómago-intestino; así como a posibles componentes mecánicos.

Nuevos datos señalan que probablemente los cambios en la circulación inducida por la carga, la consecutiva reducción en la perfusión del sistema vascular enteral lleva a un aumento de la permeabilidad gastrointestinal con más o menos marcados danos en los tejidos.

Finalmente siguen las recomendaciones de la nutrición fisiológica encaminada a prevenir y al tratamiento de estas quejas gastrointestinales inducidas por las cargas.

Las investigaciones en medicina deportiva más se han centrado en los órganos como el corazón, el músculo esquelético, los pulmones y el sistema vascular pero poco cuidado en el enfoque gastrointestinal en la práctica deportiva. Como referencia tenemos que en una maratón hubo una incidencia de hasta el 50% de los atletas de resistencia que se quejaron durante y después de la competencia de intensos problemas gastrointestinales como náuseas, vómitos y síntomas de reflujo, diarreas, etc.

Se informa que hasta el 1/3 de los atletas fueron perjudicados en su rendimiento; finalmente se encuentra de 5-6% los atletas con una medicación específica para molestias del tracto gastrointestinal como por ejemplo los antiácidos, los antidiarreicos, etc. La influencia de las cargas deportivas sobre el tracto gastrointestinal.

Síntomas y factores de influencia.

La incidencia de los síntomas gastrointestinales muestran una relación con el deporte, de tal manera que cuando se lo ejecuta es afectado preferentemente el tracto gastrointestinal inferior, el los ciclistas los síntomas epigástricos ocurren en un 67% y los síntomas intestinales bajos en un 64%.

Los principales síntomas de los corredores de largas distancias son los calambres abdominales, diarreas, en el peor de los casos hemorragias; los síntomas gastrointestinales superiores incluyen pérdida del apetito, náuseas y acidez estomacal.

Algunos estudios revelan que las mujeres son las más afectadas en frecuencia que los hombres; se han identificado diversos factores internos y externos y un punto de importancia es la intensidad y la duración de la carga donde los síntomas gastrointestinales muestran una alta correlación positiva con las largas intensidades de cargas; otro factor agravante incluye el tiempo, la composición y la cantidad de los alimentos antes de la carga de trabajo.

MEJOR

SÍNTOMAS GASTROINTESTINALES

EMPEORAMIENTO

Visión general de los factores positivos y negativos de los síntomas gastrointestinales asociados a la carga.

Deben evitarse una gran cantidad de alimentos calóricos con un alto componente de grasa o proteínas por lo menos las 2 últimas horas del inicio de la carga, también las bebidas deportivas parecen reforzar los síntomas gastrointestinales en comparación a la absorción de agua. Por el contrario hay pruebas en que señalan una optimizada ingesta de líquidos antes y durante la competencia que critican negativamente con los síntomas gastrointestinales; lo mismo ocurre para los factores de “la edad del atleta”; así como “el estado del entrenamiento”, obviamente resulta en el cuadro de los procesos del entrenamiento también la adaptación del sistema gastrointestinal o bien su perfusión y que clase de repercusiones se llevan a cabo con las cargas fisiológicas.

Finalmente no se puede olvidar que alrededor del 5% de los atletas toman medicamentos anti-inflamatorios debido a las molestias ortopédicas que pueden conducir a danos en el epitelio gastrointestinal.

Hallazgos clínicos y diagnóstico.

Las conclusiones clínicamente mejor caracterizadas sobre la base de los síntomas asociadas a las cargas incluyen el reflujo gastrointestinal; así como las diarreas con o sin hemorragias.

El reflujo gastroesofágico depende principalmente de 3 factores: de la secreción de la acidez gástrica, de la funcionalidad del esfínter esofágico inferior; así como la motilidad gástrica. Estudios anteriores señala; que la basal como también la máxima secreción ácida estimulable se precipita luego de agudas agotadoras cargas; sin embargo ello tiene indicación de que este diagnóstico es diferente en sanos y pacientes con úlcera ventricular o duodenal. Los estudios han llevado a resultados muy heterogéneos, con la influencia de la actividad deportiva se ocupan sobre el peristaltismo esofágico; un método de trabajo muy bien implementado pudo señalar, que luego de una correspondiente carga ergo métrica de una intensidad del 80% de VO2max aumenta la velocidad del peristaltismo en el esófago al mismo tiempo hay una disminución del tono del esfínter inferior del esófago.

En relación con la limitada movilidad del estómago se dan las condiciones para un reflujo gastroesofágico; la velocidad del vaciamiento del estómago señala una bivalencia dependencia de la intensidad de la carga, mientras que con moderadas cargas puede llevar hasta un mejoramiento de la movilidad gástrica, ello lleva a aumentar la restricción del vaciado gástrico a partir de una intensidad correspondiente al 70-75% del VO2max; agrava ésta situación aún con cargas en el calor o bajo cualquier otra condición de deshidratación, naturalmente también la composición de las bebidas deportivas tienen una influencia sobre el vaciamiento del estómago, en tanto que la concentración de azúcar en las bebidas sea inferior al 10%  que parece no afectar el tránsito gástrico.

Los síntomas de reflujo inducido por la carga parece más postprandial y presentarse en los deportistas, de todos modos ya se queja en reposos sobre la sintomatología. En tanto que se recomienda con regulares molestias un diagnóstico clínico con gastroscopia inclusive el diagnóstico de epilori-helicopterobacteria, segmento-pH-24h; así como también una manometría esofágica.

La definición clínica de una diarrea se basa sobre los cambios en la consistencia líquida de las deposiciones, una frecuencia en las deposiciones (mayor a 3 días); así como un aumentado peso de las deposiciones (mayor a 250gr/día). El paso a la presentación de las hemorragias son por un lado dependientes de mecanismos fisiopatológicos pero, por otro lado también a menudo corren sobre hemorragias ocultas a macro-hemorragias.

Las diarreas lleva a una desproporción de 3 procesos: movilidad, absorción y secreción; ello tiene una indicación que bajo carga la movilidad en su sección individual es influida de maneras diferente, en el intestino delgado fue constatado ya a partir de cargas ligeras  (VO2max entre el 40-45%) un alargamiento del tiempo del tránsito a causa de una reducción de la “migración del complejo-motor”; por otro lado, en algún estudio informó de una reducción del tiempo del tránsito en el colon, de allí esto tiene una gran influencia sobre el tiempo de tránsito oro-fecal; en suma esto está frecuentemente acortado bajo la carga, cuanto más tiempo lleva la carga la molestia de la integridad gastrointestinal aparece más pronunciada. Un indicador a menudo probado es el aumento de los polisacáridos en el suero, con lo cual la dimensión a menudo no es de acuerdo a los síntomas clínicos del atleta; además  que se encuentra en corredores de maratón específicas oscilaciones hematíes ocultos positivos alrededor del 20% en las pruebas de heces, que se pueden mover en ultra-corredores de maratón hasta alrededor del 80%. En diagnósticos difíciles se encontró en la colposcopía hemorragia gastrointestinal, el cuadro es parecido a una colitis isquémica macroscópica y aún  histológica. Se permite demostrar con el procedimiento de doble contraste en el pasaje esófago-intestino aún con el CT, sobre la edematosa fuente de las paredes del intestino con relieves irregulares del epitelio.

Para excluir la incoherente alimentación, como una intolerancia a la lactosa o una mala absorción de la fructuosa como causas para las molestias debería haber unas aclaraciones y recomendaciones médicas; esto puede ejecutarse en forma test respiratorio de H2 por medio de una carga oral de 50 gr de lactosa o bien de 25 gr de fructuosa; del mismo modo como disparador puede entrar en consideración una ausencia de establecimiento bacterial del intestino delgado; naturalmente se puede pensar en un diagnóstico diferencial especialmente con los viajes al exterior en una entero toxina (enterotoxin); así como en una inducida diarrea viral o bien pensar en una incoherente alimentación.

Mecanismo Fisiopatológico.-

Algunos factores fueron considerados como responsables causales para las asociadas cargas  de las molestias de los síntomas gastrointestinales, dado que ellas también son tocadas en el diagnóstico clínico se trata como por ejemplo los cambios en la movilidad del tracto gastrointestinal; además se discute que la inducida carga libera hormonas nuero-endócrinas en el tejido como VIP, Secretina, PP y Gastrina como disparador de la cascada fisiopatológica.

Se discuten simples componentes mecánicos mecánicas como la típica aceleración vertical para la carrera; como presentación de una aumentada  incidencia de sangrado intestinal en el deporte de carrera frente al ciclismo. Finalmente fue hecho como causa nutricional  como la aumentada ingesta de suplementos de vitaminas de vitamina C o de Magnesio.

Al inicio de la carga con la activación simpática lleva a un aumento del volumen minuto cardiaco y a la perfusión de los tejidos contráctiles, igualmente a causa de la mejorada termorregulación es aumentado significativamente el riego sanguíneo de la piel; como compensación motivará la perfusión del tracto gastrointestinal a través de la reducción del tono parasimpático con una limitación del fluido sanguíneo gastrointestinal hasta del 20% de los valores de reposo. Este resultado o hallazgo son también claramente pronunciados con una mala estatus de hidratación o con una carga en condiciones de calor.

Mediante la redistribución de la perfusión establece en marcha 3 importantes factores fisiopatológicos en el tejido enteral o bien fortalecidos: hipoxia, estrés oxidativo e hipertermia; la hipoxia local y regional conducen a una depleción del ATP con efectos sobre el metabolismo y la función celular; a esto pertenece primero a la anulación de la integridad intestinal a través de la apertura del término final (“unión estrecha”); así como la caída del epitelio celular conduce a un aumento de la permeabilidad intestinal para la frialdad de las macromoléculas (> 150kDa) sobre la ruta para-celular.

Por otra parte los cambios energéticos conducen a una limitación de los activos procesos de transporte sobre la membrana entero citica; así como a una desregulación del nivel de calcio intracelular, por último pueden conducir la activación de los procesos intracelulares hasta la necrosis celular. Encontramos alternativas pero, también la inducción de los procesos apoteóticos en el epitelio gastrointestinal luego de la carga; éste daño del epitelio intestinal puede resultar aún a través del aumento en la concentración de los radicales libres; ello está bien cubierto, que una isquemia y ante todo la siguiente reacción de perfusión isquemia conduce a unos claro ascenso del oxígeno reactivo y a relaciones con el nitrógeno.

Hallazgos clínicos y diagnóstico.

Las conclusiones clínicamente mejor caracterizadas sobre la base de los síntomas asociadas a las cargas incluyen el reflujo gastrointestinal; así como las diarreas con o sin hemorragias.

El reflujo gastroesofágico depende principalmente de 3 factores: de la secreción de la acidez gástrica, de la funcionalidad del esfínter esofágico inferior; así como la motilidad gástrica. Estudios anteriores señala; que la basal como también la máxima secreción ácida estimulable se precipita luego de agudas agotadoras cargas; sin embargo ello tiene indicación de que este diagnóstico es diferente en sanos y pacientes con úlcera ventricular o duodenal. Los estudios han llevado a resultados muy heterogéneos, con la influencia de la actividad deportiva se ocupan sobre el peristaltismo esofágico; un método de trabajo muy bien implementado pudo señalar, que luego de una correspondiente carga ergo métrica de una intensidad del 80% de VO2max aumenta la velocidad del peristaltismo en el esófago al mismo tiempo hay una disminución del tono del esfínter inferior del esófago.

En relación con la limitada movilidad del estómago se dan las condiciones para un reflujo gastroesofágico; la velocidad del vaciamiento del estómago señala una bivalencia dependencia de la intensidad de la carga, mientras que con moderadas cargas puede llevar hasta un mejoramiento de la movilidad gástrica, ello lleva a aumentar la restricción del vaciado gástrico a partir de una intensidad correspondiente al 70-75% del VO2max; agrava ésta situación aún con cargas en el calor o bajo cualquier otra condición de deshidratación, naturalmente también la composición de las bebidas deportivas tienen una influencia sobre el vaciamiento del estómago, en tanto que la concentración de azúcar en las bebidas sea inferior al 10%  que parece no afectar el tránsito gástrico.

Los síntomas de reflujo inducido por la carga parece más postprandial y presentarse en los deportistas, de todos modos ya se queja en reposos sobre la sintomatología. En tanto que se recomienda con regulares molestias un diagnóstico clínico con gastroscopia inclusive el diagnóstico de epilori-helicopterobacteria, segmento-pH-24h; así como también una manometría esofágica.

La definición clínica de una diarrea se basa sobre los cambios en la consistencia líquida de las deposiciones, una frecuencia en las deposiciones (mayor a 3 días); así como un aumentado peso de las deposiciones (mayor a 250gr/día). El paso a la presentación de las hemorragias son por un lado dependientes de mecanismos fisiopatológicos pero, por otro lado también a menudo corren sobre hemorragias ocultas a macro-hemorragias.

Las diarreas lleva a una desproporción de 3 procesos: movilidad, absorción y secreción; ello tiene una indicación que bajo carga la movilidad en su sección individual es influida de maneras diferente, en el intestino delgado fue constatado ya a partir de cargas ligeras  (VO2max entre el 40-45%) un alargamiento del tiempo del tránsito a causa de una reducción de la “migración del complejo-motor”; por otro lado, en algún estudio informó de una reducción del tiempo del tránsito en el colon, de allí esto tiene una gran influencia sobre el tiempo de tránsito oro-fecal; en suma esto está frecuentemente acortado bajo la carga, cuanto más tiempo lleva la carga la molestia de la integridad gastrointestinal aparece más pronunciada. Un indicador a menudo probado es el aumento de los polisacáridos en el suero, con lo cual la dimensión a menudo no es de acuerdo a los síntomas clínicos del atleta; además  que se encuentra en corredores de maratón específicas oscilaciones hematíes ocultos positivos alrededor del 20% en las pruebas de heces, que se pueden mover en ultra-corredores de maratón hasta alrededor del 80%. En diagnósticos difíciles se encontró en la colposcopía hemorragia gastrointestinal, el cuadro es parecido a una colitis isquémica macroscópica y aún  histológica. Se permite demostrar con el procedimiento de doble contraste en el pasaje esófago-intestino aún con el CT, sobre la edematosa fuente de las paredes del intestino con relieves irregulares del epitelio.

Para excluir la incoherente alimentación, como una intolerancia a la lactosa o una mala absorción de la fructuosa como causas para las molestias debería haber unas aclaraciones y recomendaciones médicas; esto puede ejecutarse en forma test respiratorio de H2 por medio de una carga oral de 50 gr de lactosa o bien de 25 gr de fructuosa; del mismo modo como disparador puede entrar en consideración una ausencia de establecimiento bacterial del intestino delgado; naturalmente se puede pensar en un diagnóstico diferencial especialmente con los viajes al exterior en una entero toxina (enterotoxin); así como en una inducida diarrea viral o bien pensar en una incoherente alimentación.

Mecanismo Fisiopatológico.- 

Algunos factores fueron considerados como responsables causales para las asociadas cargas  de las molestias de los síntomas gastrointestinales, dado que ellas también son tocadas en el diagnóstico clínico se trata como por ejemplo los cambios en la movilidad del tracto gastrointestinal; además se discute que la inducida carga libera hormonas nuero-endócrinas en el tejido como VIP, Secretina, PP y Gastrina como disparador de la cascada fisiopatológica.

Se discuten simples componentes mecánicos mecánicas como la típica aceleración vertical para la carrera; como presentación de una aumentada  incidencia de sangrado intestinal en el deporte de carrera frente al ciclismo. Finalmente fue hecho como causa nutricional  como la aumentada ingesta de suplementos de vitaminas de vitamina C o de Magnesio.

Al inicio de la carga con la activación simpática lleva a un aumento del volumen minuto cardiaco y a la perfusión de los tejidos contráctiles, igualmente a causa de la mejorada termorregulación es aumentado significativamente el riego sanguíneo de la piel; como compensación motivará la perfusión del tracto gastrointestinal a través de la reducción del tono parasimpático con una limitación del fluido sanguíneo gastrointestinal hasta del 20% de los valores de reposo. Este resultado o hallazgo son también claramente pronunciados con una mala estatus de hidratación o con una carga en condiciones de calor.

Mediante la redistribución de la perfusión establece en marcha 3 importantes factores fisiopatológicos en el tejido enteral o bien fortalecidos: hipoxia, estrés oxidativo e hipertermia; la hipoxia local y regional conducen a una depleción del ATP con efectos sobre el metabolismo y la función celular; a esto pertenece primero a la anulación de la integridad intestinal a través de la apertura del término final (“unión estrecha”); así como la caída del epitelio celular conduce a un aumento de la permeabilidad intestinal para la frialdad de las macromoléculas (> 150kDa) sobre la ruta para-celular.

Por otra parte los cambios energéticos conducen a una limitación de los activos procesos de transporte sobre la membrana entero citica; así como a una desregulación del nivel de calcio intracelular, por último pueden conducir la activación de los procesos intracelulares hasta la necrosis celular. Encontramos alternativas pero, también la inducción de los procesos apoteóticos en el epitelio gastrointestinal luego de la carga; éste daño del epitelio intestinal puede resultar aún a través del aumento en la concentración de los radicales libres; ello está bien cubierto, que una isquemia y ante todo la siguiente reacción de perfusión isquemia conduce a unos claro ascenso del oxígeno reactivo y a relaciones con el nitrógeno.

Patrocinadores