Mo Farah se va por la puerta grande. Se iba a ir en cualquier caso, dirán ustedes con razón, pero si uno puede poner la guinda a una carrera inolvidable en las pistas (no se retira, se pasa al asfalto), pues mejor que mejor. Y qué guinda, porque hay triunfos que se recuerdan con el paso de los años. Y el de esta noche en Zúrich es uno de ellos.
El británico, en una recta final sencillamente mágica, aguantó el envite de hasta tres rivales para imponerse en los 5.000 metros con un tiempo de 13:06.05, apenas tres centésimas menos que el estadounidense Paul Chelimo y el etíope Muktar Edris, el hombre que le derrotó en esta misma prueba en el Mundial de Londres. Cuarto fue Yomif Kejelcha con 13:06.18.
Vibrante recta final y soberbia llegada, con Edris rodando por los suelos y llevándose por delante a Kejelcha en su intento baldío de superar a Farah, que esta vez apretó los dientes para sumar un triunfo para la historia.
El español Adel Mechaal, que participaba en la prueba, se retiró pocos después de los 3.000 metros cuando ya se había descolgado del grupo principal.
Farah, siguiendo ese manual que le ha reportado cuatro oros olímpicos y seis títulos mundiales, se mantuvo en el grupo sin ‘asomar la patita’ hasta los 600 metros finales, cuando se puso en cabeza para aguantar como el campeón que es los sucesivos ataques de sus rivales, que llegaron a emparejarse al británico sin lograr superarlo en una última vuelta que desató la locura en las gradas.
No hay pues mejor despedida para un hombre que ha dominado el fondo mundial desde 2011 con una autoridad aplastante. De qué será capaz en el maratón, es una pregunta que tendrá respuesta en 2018.
Fuente: www.marca.com
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